Querida Toñi:
Esta mañana,y apurando el plazo, he echado la solicitud para las oposiciones de secundaria. Y cuando digo "apurando el plazo" me refiero a que si terminaba hoy a las dos, lo he hecho hoy a las dos. Pero no te excites, que todo ha ido a la perfección. Estos del ministerio, o mejor dicho, de la consejería -¿o es conserjería?- de Educación, que las competencias ya están transferidas, me lo han puesto difícil un año más, pero he sabido mantener el tipo.
No tenía ningún papel a punto: ni el título del C.A.P., ni los certificados de la Escuela de Idiomas, ni la fotocopia del D.N.I.. En un plis plas he hecho las fotocopias oportunas y mínimas, pero faltaba compulsarlas. Malditos, qué de inconveniencias.
Ni siquiera sabía a qué especialidad presentarme. ¡Pues no que si no apruebas los exámenes ni siquiera podía acceder a ninguna bolsa de trabajo? Menos mal que para entrar en la bolsa de trabajo de profesores de Formación Profesional basta con firmar el examen tras dejarlo en blanco y salir por la puerta con una bolsa de papel cubriéndome la cabeza, si no, menudo futuro me esperaba. Porque eso he hecho, apuntarme a los exámenes de F.P., en concreto en las especialidades de Sistemas Electrónicos -ni guarra- y en Sistemas y Aplicaciones Informáticas -sic, yo que pensaba que "sistemas" era masculino.
El caso es que cuando he llegado a la Consejería a todo correr, ni siquiera me han atendido a mí el primero. He tenido que coger número y esperar en la cola como todo hijo de vecino. ¡A mí, que estoy pagando con mis impuestos la boda del príncipe! Por cierto, aún no me ha llegado la invitación y me estoy empezando a preocupar, a ver si me quedo sin cubierto.
Pues nada, he esperado unos desesperantes cuatro minutos, ¡cuatro! ¿te lo puedes creer?, y por fin, cuando ya estaba a punto de caer preso de la desesperación, me atienden. Resulta que las chicas que trabajaban allí fueron antiguas alumnas mías en unos cursos de informática. Pero claro que no ha sido por eso que me han atendido estupendamente, y que hayan resuelto mis dudas a la perfección, e incluso que hayan sido permisivos con lo de no tener las fotocopias compulsadas. Qué va, yo creo que es porque saben que la boda del príncipe la pago yo, entre otros.
Los exámenes son en junio, pero no sé exactamente la fecha. Pero no me preocupa, que seguro que me llaman al móvil para comunicarlo, qué menos.
Lo que no entiendo es que no se haya pasado ya por casa ni un mísero profesor particular para prepararme el examen; ni siquiera el que será mi sustituto para la prueba, que ni sé de qué consta. Pero vendrá, seguro, para eso estoy pagando la boda del príncipe con la presentadora del telediario.
Besos de un opositor sin suerte.