¿Por qué, oh, por qué cuando se entrega un trabajo en la universidad, o aparecen colgados documentos en una web oficial, todavía se insiste en el software y formatos propietarios? ¿Por qué en formato .doc, propio de Microsoft Word, o .pps, propio de Microsoft Powerpoint? ¿Por qué si existen formatos para los que no hay que pagar un céntimo y que no te obligan a pagar por un software concreto? {Bueno, pagar, ehem, me gustaría a mí saber cuántos Word's hay por ahí corriendo por los que se haya pagado licencia}
La cosa tiene guasa, porque en realidad los formatos propietarios son más que esos sólo. ¿Sabéis que un archivo .gif también es de software propietario? ¿e incluso un archivo .mp3? {Bueno, mejor sería hablar de patentes, pero el efecto es parecido} ¿Y que ambos formatos tienen su alternativa en software libre, como el formato .png o el .ogg? La pregunta en realidad es ¿por qué seguir usando esos formatos que o bien obligan al usuario a pagar por algo que podría tener gratis, o bien no pagar e inclumplir un buen conjunto de leyes?
No lo entiendo, o sí.
Microsoft es omnipresente, a qué negarlo. Se lo ha montado de puto huevo, un aplauso. Ha conseguido que parezca que ordenador sea igual a Windows, internet igual a Iexplorer, editor de textos igual a Word, mensajería instantánea igual a Messenger, audio y películas igual a Windows Media... Maravilloso, segundo aplauso. Pero esas cuasi-identidades tienen un peligro, y el peligro se llama abuso de posición.
Sin caer en la paranoia, imaginemos la situación siguiente: Microsoft decide que no actualiza más Windows que no tengan la licencia registrada en su base de datos. Los Windows instalados comienzan a quedarse desfasados, con los agujeros de seguridad usuales en los productos Microsoft sin poderse tapiar. La gloria bendita para los virus, troyanos y gusanos. Miles de ordenadores afectados. Algunos comprarán la licencia, otros buscarán en emule una solución y quizá encuentren más problemas. Los menos, buscarán alternativas.
Porque haberlas, las hay.
Continuará...